ENTREVISTA A UNA ANTIGUA ALUMNA DEL SISTEMA
EDUCATIVO ESPAÑOL EN ANDORRA
Cabrera aplaude que se pueda elegir
estudiar en castellano... en Andorra
El Mundo 29/04/08
En una revista publicada en el Principado, la ministra de Educación
elogia el modelo educativo que el Estado no garantiza en Cataluña y
en otras comunidades - «Los andorranos en edad escolar tienen la
suerte de poder elegir entre tres sistemas educativos [...] y tener
así más opciones culturales y profesionales»
«Los andorranos en edad escolar tienen la inmensa suerte de poder
elegir entre tres sistemas educativos diferentes como son el suyo
propio, el francés o el español, y tener así más opciones
educativas, culturales y profesionales donde poder elegir de cara al
futuro».
La frase no es ni del PP, ni de Ciutadans, ni de Rosa Díez, sino de
la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, quien se muestra
«orgullosa y satisfecha» de que los escolares andorranos puedan
estudiar en español en un artículo que escribió para el número 3 de
la revista Pirineos, editada por la Consejería de Educación de la
Embajada de España en Andorra.
En el artículo, titulado La unión hace la fuerza, Cabrera se
congratula de que los alumnos andorranos «puedan elegir entre diez
centros del Sistema Educativo Español, en los que trabajan más de
390 docentes». «Lo han hecho las familias de más de 3.500 alumnos,
familias a las que agradezco su confianza», añade.
Las opiniones de la ministra sobre el modelo educativo andorrano
contrastan con las del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, quien durante el reciente debate de investidura defendió
el sistema de inmersión que se aplica en Cataluña y que es opuesto
al del Principado.
La inmersión supone que el catalán es la lengua vehicular de la
enseñanza y, por tanto, todas las asignaturas se imparten en este
idioma, excepto las dos horas a la semana de lengua castellana que,
si se aprueba la nueva ley de Educación presentada ayer por el
conseller del ramo, Ernest Maragall, podrán ampliarse a tres horas
semanales a voluntad del centro escolar.
Este es el sistema que defiende Zapatero, pues, según explicó
durante su investidura, «ha conseguido evitar uno de los peores
fenómenos que podríamos haber vivido: la creación de
comunidades lingüísticas separadas y enfrentadas». Para el
presidente del Gobierno español, la inmersión es «un gran éxito
colectivo».
En cambio, en la revista Pirineos, Mercedes Cabrera se muestra
defensora del sistema andorrano, que es opuesto al anterior, pues se
estructura a través de tres líneas diferentes. Los padres de los
alumnos pueden escoger que éstos estudien en catalán, único idioma
oficial del principado, francés o español.
En el caso de que se elija el castellano las posibilidades son
también variadas, pues el sistema educativo de Andorra ofrece tres
modalidades: por un lado, «las escuelas españolas que siguen el
modelo educativo central de España»; por otro, «las congregaciones
que ofrecen los mismos contenidos, pero en lengua catalana»; y
«finalmente una escuela privada bilingüe, el Col.legi del Pirineu».
«Tal como establece la Constitución [andorrana], los tres sistemas
educativos son reconocidos por la ley», indica la ministra de
Educación de Andorra, Roser Bastida, en un artículo contenido en la
misma publicación.
En cualquier caso, es decir, sea cuál sea la línea educativa que se
escoja, y sea el alumno de nacionalidad andorrana o no, siempre se
cursarán estudios de Lengua y Literatura Catalanas, así como
Historia, Geografía e Instituciones de Andorra «para que todos los
alumnos tengan conocimiento de la lengua y cultura del país donde
están estudiando y viviendo», explica la propia Cabrera en el
artículo.
Este modelo educativo andorrano parece haber dado buenos frutos en
lo relativo al conocimiento de idiomas, pues, a pesar de que casi el
64% de la población andorrana es foránea, «un 96% de la población
entiende el catalán, lo habla sin dificultad el 80% y el 60% puede
escribirlo», indica Tálida Ruiz del Arbol, profesora de Lengua
Castellana y Literatura, también en la revista Pirineos.
Según cuenta esta docente, el nivel de escolaridad es del 100% en el
Principado y los alumnos se distribuyen casi a partes iguales entre
las tres líneas que se les ofrecen.
En el curso 2005-2006, el 33,7% de los estudiantes estaba
matriculado en la línea en francés, lo que se traduce en 3.636
estudiantes. La escuela catalana contaba en ese curso con 3.612
alumnos (un 33,48%) y la española, con 3.541, es decir, el 32,82%
del total de los estudiantes de enseñanza obligatoria del país.
«Las diferencias totales en cuanto a número de alumnos matriculados
en los distintos sistemas educativos no parecen relevantes, pero,
teniendo en cuenta la diferencia de
ciudadanos franceses y españoles que residen en Andorra, parece que
el sistema educativo español debería tener una presencia mayor»,
indica la profesora Ruiz del Arbol, habida cuenta de que el 34% de
los residentes en Andorra son de nacionalidad española, frente al
6,3% de franceses.
Además, en Andorra vive una importante comunidad de portugueses, el
15,7% de la población total. Los niños de esta nacionalidad no
pueden escoger su idioma para estudiar, pero el Gobierno de este
país ha establecido que en las tres líneas educativas se incluya
como asignatura extracurricular y fuera del horario lectivo Lengua y
Cultura Portuguesa para que los alumnos de esta procedencia puedan
mantener y completar el estudio de su propio idioma.
Curiosamente, Andorra es, desde hace mucho tiempo, el espejo en el
que al nacionalismo catalán le gusta mirarse, al ser el único país
del mundo cuya lengua oficial es exclusivamente el catalán. En la
campaña electoral para las autonómicas de 2003, el candidato de CiU,
Artur Mas, llegó a proponer que Cataluña participase bajo la bandera
de Andorra en las competiciones deportivas internacionales para
conseguir así las ansiadas selecciones deportivas catalanas que
España niega. También se ha barajado en alguna ocasión que Cataluña
participe en Eurovisión con la marca andorrana.